La Subbética Cordobesa es una zona privilegiada en muchos sentidos. Es una zona natural de paso entre Andalucía Oriental y Occidental, que comunica Jaén, Granada, Málaga y Sevilla. Ha recibido el impacto de muchas y muy variadas formas culturales desde el más remoto pasado. Abundantes recursos naturales, vegetales, animales y minerales, junto a condiciones climáticas favorables han propiciado el asentamiento de grupos humanos desde la Prehistoria.
El origen histórico de la Subbética Cordobesa se pierde en la noche de los tiempos. El patrimonio cultural es rico por las diversas aportaciones de diferentes culturas que se habían establecido en esta comarca, conservando actualmente su autenticidad.
Nuestro pequeño recorrido histórico empieza visitando la Cueva de los Murciélagos en Zuheros, seguido de la gruta de los Mármoles en Priego y la gruta de la Torre de Luque, el poblado íbero del Cerro de la Cruz (Almedinilla)… Continuando con la romana Igabrum (Cabra), Iliturgicolis (Fuente Tójar), el asentamiento rural de la villa romana de El Ruedo, Ipolcobulcoba (Carcabuey), etc…
Los Visigodos y los Hispanoromanos han dejado su marca histórica en Las Mesas, en Sukaelo (necrópolis romana) de Fuente Tójar y la necrópolis tardorromana de El Ruedo en Almedinilla.
Toda la provincia Bética estaba atravesada por la vía de comunicación OBULCOIPAGRO, donde vemos actualmente fortalezas y torres a lo largo del camino.
Los árabes nos han dejado también su cultura: HISNASHAR (Iznájar), ALYUSSANA (Lucena), WASGA (Almedinilla), SUJAYRA (Zuheros), QBRA (Cabra), RUT (Rute), MEDINA BAGU (Priego), son testigos del antiguo esplendor islámico en nuestra comarca.
La Reconquista nos ofrece la presencia de sus castillos, alzados sobre las ruinas de las construcciones árabes anteriores que pueden observarse en Doña Mencía, CArcabuey, Cabra, Priego, Lucena, Zuheros, Iznájar, Luque, etc.
Sin embargo, habrá que esperar al s. XVIII para que la Subbética pueda ofrecernos una de las mayores riquezas de toda la provincia: EL BARROCO CORDOBÉS, consecuencia de la euforia económica y mercantil del siglo XVIII. Con la llegada de éste, Priego se transforma en capital monumental. También cuentan con monumentos de gran belleza de esta época, Lucena, Cabra, Benamejí, Encinas Reales y Palenciana. Reflejo a su vez de la importancia económica y cultural de este siglo es la aparición de numerosas aldeas que florecieron en la comarca.